Este mes tocaría enseñaros la 8ª flor del SAL pero no la he hecho. Mi máquina se enfadó un día conmigo y se negó a funcionar, con lo cual no he podido hacerla, ahora está en el taller, espero el próximo mes hacer las 2.
El cambiador que os enseño lo empecé en Junio porque Lía nacía a principios de Agosto.
A su mamá no le gustan demasiado los colores rosa, por eso elegí éstos.
Lleva más trabajo que un cambiador normal pero queda más mono y he querido que Lía lo use todo el tiempo que ella quiera.
Lo forman cuadrados de 20 por 20 y en medio una fila de cuadrados de 10 por 10 en log cabin y acolchados con corazones en cada uno
La toalla con corchetes para poder quitarla y ponerla cuando se manche. La cabeza del osito haría un poco de almohada.
Luego se hacen unos dobleces de tal forma que quedan unos bolsos para meter... pañales, crema...
Doblaríamos y con unas asas se llevaría colgado
Hasta aquí cumpliría su función como cambiador pero cuando Lía ya no lo necesite, sólo hay que hacer el proceso inverso, descoser los dobleces, quitar toalla, quitar las asas, y ... tachán... tachán...
tendrá una mantita reversible que por el otro lado es así. Por eso decía que podrá usarlo el tiempo que quiera y por el lado que le apetezca.
Mi hija (autora de la camiseta con su nombre en la matrícula) y sus amigas le prepararon este castillo de pañales y ahí iba mi cambiador
A finales de Agosto llegaría Jaime que también tuvo su cambiador pero esa historia será para otro día.
Un beso para todas las que os asomáis a mi caja
